La leyenda del hilo rojo

Narra una vieja Leyenda, que hace mucho, mucho tiempo, un Emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una Bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el Hilo Rojo del Destino y la mandó traer ante su presencia.

Cuando la bruja llegó, el Emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió, y el Emperador y la Bruja comenzaron a seguir el hilo.

Esta Búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba la campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie e hizo que el joven Emperador se acercara y le dijo: <<Aquí termina tu hilo>>. Al escuchar esto, el Emperador enfureció creyendo que la Bruja quería mofarse o burlarse de él.

 

 

El Emperador muy enojado y furioso, empujó a la pobre campesina que aún llevaba a su pequeña hija en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Luego ordenó a sus guardias que detuvieran a la Bruja y le cortaran la cabeza.

Pasaron muchos años y llegó el momento en que el Emperador debía buscar una consorte para desposarse y Los Consejeros de la Corte del Emperador le recomendaron que lo hiciese con la hija de un General Poderoso, por una cuestión de pura “estrategia bizarra”. Es decir, por una normal táctica “militar” castrense que zanjaba el problema de la Reconquista, aquel otro asunto relacionado con las Reivindicaciones a la Corona o al Trono, el Expolio de las Tierras o Dominios o… simplemente por temor al deseo del enemigo de acceder a los tan ansiados Reinos, evitando la Posibilidad de un asedio a aquellas magnánimas antiguas Fortificaciones. Sin olvidar que la hambruna y la injusticia da paso a situaciones que pueden generar en que una prole enfurecida se rebele, se alíen, tomen armas, y atenten en “masa”, uniendo tropas a lo Braveheart (en plan Mel Gibson), como el famoso William Wallace, aquel caballero escocés que se convirtió en uno de los principales Líderes durante la Primera Guerra de Independencia de Escocia) Todo un peligro ¿no creen? 

Así que, ya fuere por evitar la ira de una población empobrecida, por aquel otro asunto relacionado con la Descendencia, o por Convenios entre Reinos o como parte de la Diplomacia Estratégica propia de la época, (por nombrar algunas de las causas más comunes en el pasado) el Gran Emperador, aceptó la decisión de sus Diestros y Sabios Consejeros y optó a la Posibilidad de realizar dicha “Alianza”, mediante el Compromiso del Casamiento con la Hija de un Poderoso General. ¿Qué mejor aliado?

 

 

Por lo que comenzaron todos los preparativos para esperar a la mujer que estaba “destinada” (o, más bien “elegida”) a ser la futura consorte del Gran Emperador. Y, como toda larga espera… Llegó el día de la boda, pero por, sobre todo había llegado, el tan ansiado y esperado momento de ver por primera vez la cara de su esposa.

Ella entró al Templo Sacro, de la capilla del reino, con un hermoso vestido y un velo que cubría totalmente su rostro. Al levantarle el velo, comprobó que aquel hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. Era la cicatriz que él mismo le había provocado al rechazar su propio Destino años antes. Un destino que la “Bruja” (a la cual le cortaron la cabeza bajo la acusación de haberse burlado de él), ya le había señalado años antes, pero que el Emperador, decidió descreer.

¿Qué Enseñanza crees tú que puedes sacar de esta vieja Leyenda Japonesa?

Creo que no me concierne a mí, pensar por ti, pues cada cual debe sacar su propia Conclusión sobre esta bella historia narrada, pero opino que la enseñanza principal de la Leyenda del Hilo Rojo (dentro de la tradición japonesa) tiene que ver con la Mentira, el Engaño provenido de las Apariencias, la Comprensión del Destino Marcado como un Signo o Seña Irrevocable (a lo que yo denomino la Voluntad Divina), y el papel preponderante y destacable que el Amor, tiene en este “hilo” al que yo denomino: Secuencia de Vida. Pues esta Leyenda, no solo narra, sino que deja entrever de forma manifiesta, el cómo los Amores Destinados (o como yo las prefiero llamar: Las Almas Gemelas que están destinadas a encontrarse y unirse), no pueden “escapar” de esa “persona” (Alma) que nació “destinada” para amarla y ser amada. 

 

Porque si este hilo es el Dios, con su invisible mano (o el Universo, o el Amor, llámalo cómo desees), quien lo ata, jamás de los jamases, persona alguna, ni cosa, ni causa, ni circunstancia alguna, lo podrá romper.


 

Porque, verdaderamente, un Hilo Rojo Invisible es el que conecta a todas aquellas Almas que están destinadas a encontrarse, sin importar el Tiempo, las Causas, el Lugar, los Escenarios, las Circunstancias o las Condiciones que se presenten ante o entre nosotros. Ya que este “hilo”, puede extenderse, contraerse, estirarse, encogerse o enredarse, todas las veces que pueda y quiera o se intente… pero jamás de los jamases, se podrá romper. 

Esta curiosa Leyenda Milenaria Oriental, de algún modo, intenta mostrarnos la importancia de “No romper este Hilo Rojo”, e intenta arrojar un poco de luz a ese enorme misterio que envuelve el secreto de las Almas Gemelas.


Namasté